+sobre mí
Me considero de las que gustan de separar a la persona de su obra, pero, como a la chavalada le encanta el «salseo», ahí va mi biobibliografía…
Lo mío siempre fue escribir. Digo que siempre lo fue porque a mi timidez infantil inicial se le unía un gusto desproporcionado por cualquier afición que excluyera al resto de la humanidad. A pesar de que en la adolescencia rompería con esta mala costumbre de viajar en solitario y preferir mi propia compañía a la de cualquier otro, la necesidad de escribir se mantuvo aunque el descubrimiento de la hipersociabilidad, de los viajes y de la extroversión me llevaron a dejar de lado la ambición por dedicarme a la que siempre consideré mi principal habilidad inútil.
De hecho, durante mi etapa en el instituto, mi profesor de química me propuso participar en un concurso literario después de haber leído unos textos en el ordenador que utilizaba en la clases de informática. Tenía que elegir una figura de interés y, ¿qué cayó en mis manos? Una biografía de Marie Curie -a la que amo incondicionalmente desde mis quince años- que me pasó mi amiga de entonces, Olga, diciéndome que me iba a apasionar. Es cierto, me apasionó, pero mi miedo al fracaso pudo más que la ambición. Quince años, en fin.
Por suerte el fatum, llamémoslo universo determinista si se prefiere, me trajo de vuelta al redil después de una diplomatura en Trabajo Social que nunca ejercería, un curso de monitor de ocio y tiempo libre, un año en Filosofía y varios cursos más con mayor o menor vocación creativa. En dos mil once fue cuando aproveché que el marketing de contenidos estaba en auge y que aún era desconocido para el gran público -y también para la mayor parte de redactores profesionales-, para comenzar una de las mayores aventuras de mi vida como redactora autónoma. A mis espaldas quedaban los lugares en los que había vivido hasta entonces en Cataluña, Euskadi, Cantabria, Madrid, Portugal, Castilla y León, Galicia, Hungría y Andalucía. La nueva aventura en Tenerife comenzaría un año después.
Ese mismo año publicaba mi primer relato «De las tragedias»(2012,Enxebre Books) junto con otros muchos autores que habían formado parte de un curso de postgrado de escritura creativa de la Universidad de Santiago de Compostela. Durante un tiempo indeterminado me sentí profundamente maravillada con la idea de poder escribir sobre temas que me apasionaban -y vivir de ello-. Redactaba sobre un sinfín de temáticas pero me fui especializando en arte, psicología y viajes. Durante estos años escribí para Telefónica, Reservalis.com, Travelgenio.com o Inbound Cycle, entre muchos otros.
Durante este tiempo también hice mi primera incursión en el mundo editorial, mucho antes de fundar Fuerte Letra, junto con mi entonces pareja. Fue una asociación editorial llamada «Nanas Ediciones Clandestinas» que obtuvo un discreto éxito con el poemario conjunto «Nanas de Ciencia Ficción»(2013, Nanas Ediciones Clandestinas). Esto sucedió entre dos mil doce y dos mil trece, y mi intención era crear un nuevo poemario colaborativo con más autores -resulta curioso que diez años después lo haya conseguido con Sansofí y también junto a mi compinche. En ocasiones no es que estemos en el lugar equivocado, es que aún no es nuestro momento-.
En dos mil quince empecé a sufrir lo que se suele conocer como burn out debido al exceso de trabajo y a esa sensación que todo redactor freelance entenderá y que consiste en un desgaste mental provocado por la cantidad de información a plasmar sin profundizar en absoluto en ninguno de los textos. Al mismo tiempo, los encargos de marketing de contenidos se reducían mientras que un curso presencial de community management (2011, Instituto de Medios Sociales de Santiago de Compostela), compensaba esta pérdida de clientes con un aumento de empresas que lo que buscaban era un marketer digital. Paralelamente a la ingente cantidad de cursos de formación continua que realicé en esa época, al año siguiente obtuve el que hasta la fecha ha sido el mayor reconocimiento en el ámbito de la escritura, aunque en un género literario inexplorado hasta ese momento. Fue el relato luego convertido en novela juvenil «Tom, Huck e o misterio da trabe de ouro»(2017, Urco Editora) que, un año antes, había conseguido el premio Avilés de Taramancos de Noia.
Por cuestiones personales, la que parecía ser la recuperación definitiva de mi pasión por la literatura, quedó pausada ya que no volví a publicar nada hasta dos mil veinte, cuando la pandemia me animó a formar parte de un grupo de autores en Biosbardia en donde publicaría varios relatos. Posteriormente, autopubliqué el poemario «Sinfonía Aither» (2020, autoedición). En otoño de ese mismo año, decidí dar el salto de autónoma personal a societaria fundando NK Projects S.C con mi compañero de vida. También publiqué un manual de marketing digital social para ONGs (2020, autoedición) que actualmente estoy revisando para volver a publicar en 2023.
Uno de los proyectos de esta nueva sociedad, parecía un deja vú. Se trataba de la editorial Fuerte Letra que comenzaba su bagaje recopilando poemas, microrrelatos y relatos para crear una antología colaborativa. Al mismo tiempo terminaba mi Máster en Marketing Digital por la Universidad Isabel I de Castilla (2021) y las empresas para las que había trabajado como marketer se iban acumulando.
En dos mil veintiuno, la naciente editorial gallega Boadicea contó conmigo para el que es hasta la fecha mi primer libro por encargo, nuevamente con el género juvenil. Se trató de la novela «A tumba do último pirata»(2021,Boadicea). Este mismo año inicio una aventura como estudiante del grado de química (UNED) al mismo tiempo que continúo formándome como marketer digital y prosigo con el grado en Comunicación (UOC).
En dos mil veintidós publico también el poemario «Diez años en San Borondón» (2022,Editorial Fuerte Letra), más como un experimento para posteriores autoras de la editorial tradicional que porque yo quisiera, ya que este poemario estaba sepultado en los archivos de las decenas de escritos que he desechado a lo largo de los años. A lo largo de estos años había trabajado con Ata Insights, Fortec Formación y Tecnología (como tutora del certificado de profesionalidad Psicología de las ventas), Sacauntos Cooperativa Gráfica (curso de marketing digital para empresas), Discover Galicia (posicionamiento SEO), Suvican Inversiones S.L (All in one de marketing digital), Triarch Schools, Val Fit Canarias, Oleum Dietética o Icoimp Group.
Al finalizar 2022 me encontraba inmersa en Fuerte Letra y, de hecho, algunas de nuestras publicaciones como el juego «Hesperidae» producido por la editorial y diseñado por Mentis Games así como algunas nuevas publicaciones hicieron que cerrara el año con una idea: la de centrarme en Fuerte Letra y dejar todo lo demás. Así lo hice. Di carpetazo al resto de clientes en busca de un sueño…
…y, de camino, me encontré otro. Trabajar en, posiblemente, la mejor agencia de viajes de las Islas Canarias. Volcano Teide son palabras mayores y, desde luego, cuando te hacen una «oferta que no puedes rechazar», pues no la rechazas. ¿No es acaso así como empiezan las grandes cosas en esta vida?
En 2024, continúo al frente de la editorial Fuerte Letra, el grado en Comunicación y trabajando como técnico especialista en marketing digital en Volcano Teide. Me apena en cierta medida haber dejado un poco de lado el Grado en Química -de lado, no olvidado. Regresaré y, posiblemente, con más ganas- pero este año cumpliré el sueño de viajar a la Antártida así que supongo que los sueños mejor que se afronten por partes.
Me cuesta centrarme en una sola cosa así que, cuando mi agenda me lo permite, aporreo las teclas de mi piano, veo cine casi hasta fenecer, leo (demasiado), escribo, viajo, saco títulos extraños como el PER (patrón de embarcación recreativa) o paso las tardes jugando a la play en busca de la gloria. A veces la encuentro.
Álex Bayorti